Instalación en espacio específico
Cinta de papel y listones cilíndricos de madera.
Medidas variables| 2014
Proyecto de instalación para Coronel Suárez, mi ciudad de origen. El paisaje de esta zona a lo largo
de estos años fue sufriendo modificaciones debido a la deforestación, provocando un desequilibrio
entre lo urbano y lo natural. De a poco el verde comenzó a desaparecer.
Todo es silencio menos el río, nos habla del fluir, pero también de la quietud.
De un espacio construido, ficcional, frágil y efímero.
Una serie de dibujos. Formas que irrumpen en otras, las penetran, las abren.
Una instalación. Líneas que se quiebran cambiando de dirección, generando dinamismo, movimiento.
Fotografías satelitales. Un antes y un después (que es un ahora) de un lugar conocido, vivido y modificado.
Un título, y el río presente en cada uno de estos elementos.
Todo es silencio. Todo está quieto, sin querer hablar. Pero el río irrumpe. Avanza y rompe la quietud con su bruma sonora. ¿Qué nos trae con ella?
A Victoria Loos el río le contó algunos secretos: que la tierra parece inmóvil pero se transforma todo el tiempo, que las semillas se abren en sus orillas gracias a su humedad. Le habló de cómo cambian las cosas: de los cambios naturales, beneficiosos; de los cambios forzados, perjudiciales.
Y ella nos cuenta de esos cambios: todos los elementos presentes en esta muestra hablan de la experiencia de la transformación, de la imposibilidad de permanecer inalterable.
Nadie se baña dos veces en el mismo río, porque él en su fluir cambia, y porque nosotros también, afortunadamente, estamos en constante cambio, movimiento y aprendizaje.
Todo es silencio menos el río. Dejémoslo resonar.
Veamos qué resuena en nosotros.
Lucía Gentile| Historiadora del Arte